Historia MCC - mccmelipilla

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Cursillo
Origen del Movimiento de Cursillos de Cristiandad

El Movimiento de Cursillos nació en Mallorca en los años 40. A principios de 1936, Manuel Aparici, presidente nacional de los jóvenes de Acción Católica, en compañía del cardenal Pacelli, propuso a Pío XI una masiva peregrinación de jóvenes al sepulcro de Santiago en Compostela: Cien mil jóvenes en gracia a Santiago. El Papa bendijo la iniciativa, pero no pudo llevarse a cabo por la s dos guerras (española y mundial) que se sucedieron. Ya desde 1943, y más intensamente a partir de 1945, el Consejo Superior de jóvenes de Acción Católica empezó a dar, en muchas diócesis de España, unos cursos anuales llamados cursillos de adelantados de peregrinos.
En Mallorca, estos cursos fueron muy bien acogidos, y adaptados con el nombre de cursillos de jefes de peregrinos.

Dichos responsables se reunían en una Escuela Diocesana de Dirigentes, que preparaba, revisaba, corregía y perfeccionaba incesantemente los cursos celebrados.
De la fervorosa espiritualidad peregrinante de esta Escuela, y de su estudio teológico, psicológico y pastoral de la realidad, surgió algo nuevo, los Cursillos de Cristiandad, que cristalizaron en la doble fórmula: vivir y compartir lo fundamental cristiano, y crear núcleos de cristianos que fermenten evangélicamente los ambientes.

UN POCO DE HISTORIA

La Escuela de Dirigentes que gestó Cursillos era un grupo de 20 a 25 jóvenes laicos, entre los que descollaba Eduardo Bonnín -rector del primer cursillo-, acompañados sacerdotalmente por Sebastián Gayá, director espiritual de la Escuela, a los que se unieron posteriormente personas de valía, como el teólogo Juan Capó. El obispo diocesano, monseñor Juan Hervás, la animó eficazmente en todos sus esfuerzos. Quienes la componían fueron forjando, y compartían unos criterios y opciones pastorales, que más tarde se formularían así:
• Una concepción triunfal del cristianismo, la única verdadera, como algo joven, con el entusiasmo de quienes se saben partícipes de la resurrección.

• Una visión dinámica del cristianismo, no de mantenimiento intraeclesial sino de vida, peregrinación y misión, de conquista.

• Para poder evangelizarlos adecuadamente es necesario estudiar y conocer la realidad concreta que rodea a los jóvenes de hoy, sus ambientes.

• Nos mueve una sana insatisfacción ante la situación presente, convencidos de la inadecuación de muchos métodos pastorales en uso; nos rebelamos contra la pasividad pastoral y la idea de desaparecer; queremos ensayar otros caminos.

• Tenemos la esperanza cierta de que Cristo no nos dejará en la estacada si nosotros nos entregamos con ilusión y no le ponemos obstáculos. Esto no obedece a sentimentalismos sino a profundas convicciones de fe. Creemos que Cristo quiere contar con nosotros.


A partir de enero del 49, empiezan a multiplicarse los cursillos, que, en virtud de su proclamación de lo fundamental cristiano, demostraban ser un método válido de evangelización universal, que sirven para enfervorizar a los de dentro de la Iglesia, y todavía más para hacer entrar de lleno a los de fuera. 22 cursillos se celebraron en Mallorca ese mismo año.


De Mallorca, los Cursillos pasaron a la Península en 1953 (Valencia, Madrid) y, en seguida, a América, empezando por Colombia, ese mismo año. El 1957 están en México, Bolivia, Estados Unidos de Norteamérica. Hoy se han extendido a 85 países de los 5 continentes. Se calcula que más de seis millones y medio de personas en todo el mundo han participado en un Cursillo. Actualmente están penetrando en los países del Este europeo y en Cuba (marzo de 1998).
MCC en Chile

Las primeras noticias de Cursillos en Chile las encontramos en 1960, cuando empiezan a aparecer o a manifestarse algunos Cursillistas, casi todos extranjeros, que habían vivido la experiencias en otros países.
En el año 1963, en la diócesis de Temuco, siendo entonces su Obispo Mons. Bernardino Piñera, decidió programar una Gran Misión Diocesana, para la cual vio que era necesario motivar y preparar a los laicos para que participaran activamente en ella y particularmente para que se comprometieran en su realización y tareas.
Para este primer Cursillo de Cristiandad en Chile, realizado, entre el 28 de junio y el 1º de julio de 1963, a través del el Padre Arturo Dwyer, quien había conocido y vivido la experiencia, mientras ejercía su sacerdocio en el Perú, consiguió que viajara un Equipo de la diócesis de Arequipa, Perú, para apoyar esta actividad en nuestro país.
El MCC en Nuestra Diócesis

En 1989, en Talagante, un grupo de matrimonios, que habían vivido su Cursillo en Santiago, específicamente en las Zonas Cordillera y Oriente de Santiago, se reúnen formando equipos y así comienzan a invitar y a apadrinar a mas personas de Talagante para que vivieran esta hermosa experiencia aumentando en el transcurso del año de ocho a veinte y así sucesivamente, constituyéndose en lo que se denominó "Grupo Rural Costa".
En 1992, nace la idea de formar un Pre-Secretariado (Grupo de personas que dirigen el movimiento), obteniéndose la autorización y bendición del Obispo, Monseñor Pablo Lizama, para que este Grupo comenzara a reunirse oficialmente como Movimiento de Cursillos de Cristiandad.
El 22 de junio de 1993, Monseñor Lizama, Obispo de Melipilla, solicita al Presidente del Secretariado Nacional que, en conocimiento que el MCC, es un apreciable instrumento de evangelización con que cuenta la Iglesia y teniendo en consideración que en su Diócesis, existe un grupo organizado de cursillistas, los que se están esmerando en evangelizar sus ambientes y cuentan con su bendición, solicita su reconocimiento oficial como Pre-Secretariado.

El 29 de Septiembre de 1994, se realiza el 1er Cursillo de Hombres en nuestra Diócesis, con Ronaldo Meneses como Rector y el Padre Juan Domingo Casali como Director Espiritual, y el 13 de octubre, se realiza el 1er Cursillo de Mujeres, con Nancy Herbas como Rectora y los Padres Mario Sanguinetti y Juan Vecchi como Directores Espirituales.
Entre el 28 de Noviembre y el 5 de Diciembre de 1996, se realizan los Cursillos N°4 de Hombres y Mujeres, siendo estos, los primeros que se viven como Secretariado, ya que un mes antes se había conseguido que en la 22ª Asamblea Nacional, realizada en Villarrica, se reconociera como Secretariado Diocesano a Melipilla.
El 10 de abril de 2001, el Obispo Monseñor Enrique Troncoso, nombra como Asesor Diocesano al Padre Raúl Ulloa, quien se mantiene junto a nuestra diócesis.

Hasta la fecha se han realizado 24 cursillos, tanto de hombre como de mujeres, que suman alrededor de mil hermanos. Así mismo, existen grupos que perseveran en Talagante, Melipilla, Padre Hurtado, Cerrillos y Litoral Central.

 
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